La icónica figura del vampiro al que dieron vida en pantalla grande Friedrich Wilhelm Murnau y Albin Grau regresa arrastrando sombras y tinieblas a la Ciudad de México. El gran Conde no podía dejar pasar la oportunidad de estelarizar otro episodio terrorífico y será el personaje que inaugure la 21° Semana de Cine Alemán el próximo 10 de agosto en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris. A su lado el compositor Julián Lede propone un nuevo acercamiento sonoro para que este vampiro cumpla sus 100 años de la manera más destellante.
Karime Rajme de Cinefolio entrevistó a la coordinadora de la Semana de Cine Alemán del Goethe-Institut Mexiko, Ana Zamboni, con la finalidad de compartir con nuestra comunidad los detalles de la proyección inaugural de esta edición. Ana también nos dio los detalles de todo lo que implica y significa el esfuerzo de acercar el cine alemán al público mexicano y resaltó que la identidad (concepto principal de esta nueva Semana de Cine Alemán) tiene una estrecha relación con el vampirismo.

Karime Rajme: ¿Por qué consideras que es importante seguir proyectando y seguir dando forma a una película como Nosferatu (1922) que es ya un clásico? ¿Por qué crees que vale la pena actualizarla y darle una nueva voz a través de la musicalización? y ¿por qué seleccionar esta película para abrir la Semana de Cine Alemán?
Ana Zamboni: Esta es la vigesimoprimera edición de la Semana de Cine Alemán, es decir, ya llevamos más de veinte años llevándola a cabo y es tradición que todos los años inauguremos con una película silente alemana musicalizada por algún grupo o solista mexicano o latinoamericano. La tradición nace de poder unir la cultura mexicana y alemana; de hacer actividades y presentar distintas manifestaciones artísticas, en este caso cinematográficas, y vincularlas a los creadores mexicanos y al público y la audiencia. Queremos que las actividades se desarrollen no solamente a partir de algo pasivo que es sentarse a ver las películas, sino también que haya una integración del arte mexicano y latinoamericano en las proyecciones y películas. Es por esto que se decidió hace veinte años que era una buena idea inaugurar la Semana de Cine Alemán con una película muda o silente. Afortunadamente se ha recibido muy bien en México este trabajo. De hecho, hace poco tuve una plática con unas colegas de Alemania y decían que les causaba extrañeza que en México se recibiera tan bien el cine silente.
Cada año se ha dado lugar a distintos creadores, el arte es en realidad todo un conjunto, la cinematografía es todo un conjunto; no podemos irnos nada más a las nuevas creaciones sin saber qué hay en el pasado. Nosotros si bien procuramos dar todo un panorama de lo que se está haciendo en el cine alemán contemporáneo desde todos los géneros (comedia, drama, suspenso, etc.) —todo lo que el año pasado y este año se está produciendo en el cine alemán, tanto cortometrajes como largometrajes— no queremos dejar de subrayar la importancia de las raíces de todo esto. Como en cualquier arte y cultura de cualquier parte del mundo, lo que se está haciendo actualmente es fruto de lo que se empezó a hacer, en este caso, hace cien años.
Entonces, contestando a la otra parte de tu pregunta: ¿por qué es importante presentar Nosferatu (1922)? Es porque justamente en este año 2022 se están cumpliendo cien años de la premier de Nosferatu. Nosferatu se estrenó en 1922, o sea, hace cien años se creó esta obra. Sé que hay muchos que todavía no la han visto, aunque sé que a lo mejor es muy clásica, aunque se trata de invitar a todos a que la vean y que no solamente la conozcan los cinéfilos. Es una película que hasta ahora sigue sorprendiendo y hasta ahora sigue siendo referencia de muchos directores contemporáneos que utilizan ese mismo lenguaje que se utilizó en esta película. Hay que recordar que Nosferatu (1922) fue la primera adaptación al cine de la novela de Bram Stoker, Drácula (1897). Fue el primer vampiro que se vio en la pantalla grande y es por eso que a partir de esta película surgen muchas otras películas que hacen referencia a ella. Tanto la apuesta narrativa, como la creación del personaje para dar vida desde la novela a la pantalla, son referencias. Hay también trucos cinematográficos que se repitieron en otras películas. Hay homenajes en distintas películas de vampiros a Nosferatu (1922). Así que es una película que no es solamente referente para la cinematografía alemana, sino para todos aquellos que gustan del género y de las historias de vampiros. Son 100 años desde que se estrenó la película, nosotros vamos a presentar una versión restaurada de ella.



Lo que quisimos hacer también, para quienes no han visto la película o las nuevas generaciones que no la tienen dentro de su radar, fue darle un giro diferente. No presentar la película con una orquesta clásica o un grupo de jazz, que es lo que uno acostumbra en la musicalización de las películas mudas, sino invitar a un músico contemporáneo para que experimentara, le diera un giro y explorara una versión distinta a la musicalización más clásica de la película. Esto lo empezamos a hacer desde el año pasado cuando presentamos la película en el Museo de Cera, que fue musicalizada por Nortec Collective, y este año estamos invitando a Julián Lede. Julián Lede es un músico argentino, aunque nacionalizado mexicano, de hecho ha vivido desde los cinco años en México. Nos pareció interesante esta mezcla porque sabemos que Julián también maneja varios géneros y varios estilos y esto puede darle un nuevo aire a la película. Afortunadamente ha tenido muy buenas reacciones en redes sociales este par que vamos a presentar entre Nosferatu y Julián.
Esperemos que sea una noche interesante para todos aquellos que ya vieron la película y también para los que la van a ver por primera vez.



Karime Rajme: Muchas gracias. Nos das un panorama general de la propuesta para acercarnos nuevamente a la película y también nos compartes esta apuesta de la Semana en relación a la formación de públicos. No solamente se rompe una primera barrera para acceder al cine alemán desde nuestro territorio, sino también se rompe con la idea de que sólo cierto nicho accede a este tipo de cine y más si se trata de cine de hace cien años. Son muchas cosas que no vemos detrás de las programaciones y detrás de los equipos creativos que se tienen que hacer. Pensar los tránsitos entre el público y la pantalla, entre la cultura mexicana y alemana. La idea de los tránsitos está además muy presente en su cartel. El tránsito en el espacio de la ciudad y el filme que se convierte en el metro de la ciudad y están allí dentro de los recuadros los personajes. Es una Semana que piensa mucho en los movimientos que puede generar el audiovisual, más allá de un nicho para la cultura alemana. En relación a ello, ¿qué otras actividades se han realizado dentro de la Semana de Cine Alemán que rompen con las barreras culturales e invitan al público a sumarse?
Ana Zamboni: A partir del año pasado quisimos hacer dos cosas, una de ellas es tener un tema cada Semana de Cine Alemán; este año nuestro tema es identidades. Lo vamos a abordar desde diferentes perspectivas, lo estamos manejando en plural, porque queremos que sea un tema abierto al diálogo. El tema es muy amplio, podemos plantear las identidades como identidades de género, identidades sexuales, identidades culturales, identidades nacionales, identidades filosóficas e incluso identidades digitales. Es un tema que da pie a que abordemos muchas cosas. El tema también se representa en las películas que vamos a exhibir, sin que sea una limitación, pero quisimos encontrar películas que también se relacionarán con las identidades para continuar pensando desde las imágenes. En realidad son muchas las películas que tratan esta cuestión y a partir de ello vamos a hacer algunos diálogos posteriores sobre el tema que planteó la película; la película será la pauta o punto de partida para hablar de un tema en específico. Este tipo de diálogos e intercambios los llevaremos a cabo en varias actividades que luego compartiremos con el público a través de nuestra programación.
El tema también se lo planteamos a nuestra diseñadora Naandeyé cuando hizo la imagen que mencionas y nos gustó mucho como ella plasmó las distintas identidades en estos personajes del metro. Todos son como flores, con la variedad de flores que hay en el mundo, y, a su vez, son como ojos, como si fueran los espectadores. Eso nos gustó mucho porque es la idea que tenemos. Queremos usar el tema para plantear que como seres humanos somos muchas identidades; no tenemos que tener etiquetas de una sola cosa, no tenemos que decir “esta es mi identidad y tú no entras en las mía”. Puedo incluso en el transcurso de mi vida tener varias identidades. Es un tema a plantear y es un tema a través del cual también queremos acercar a la gente. Tal vez hay personas a las que no les gusta el cine alemán o no están particularmente interesadas en este cine, pero les llama un tema en específico y entonces los invitamos a que compartan en los diálogos posteriores a la película.
Por otro lado, algo que estamos haciendo, a partir del año pasado, es tener un homenajeado. Todavía no puedo revelar quién es este año, pero cada año vamos a homenajear a una persona, una escritora o escritor, que haya influido en la cinematografía. Lo que queremos hacer con esto es acercar al público, en este caso al público que le gusta leer, al cine alemán. También al público que le gusta el cine alemán acercarlo a la literatura alemana. Este año vamos a hacer lo mismo; tener en homenaje a alguna persona escritora que haya influenciado de alguna manera la cinematografía o que se hayan llevado al cine sus novelas. El año pasado, por ejemplo, homenajeamos a Anna Seghers. Anna Seghers es una escritora alemana que vivió muchos años exiliada aquí en México y que escribió tanto en Alemania como en México sus novelas. Sus novelas se han llevado al cine varias veces y no solamente al cine alemán, sino también al cine francés, al cine ruso, etc. Su influencia es bastante fuerte en el cine internacional. Además tenía una fuerte conexión con México. Entonces, este año vamos a repetir esto.
Así como las identidades son variadas y complejas. Nos interesa también conectar varios gustos y áreas. Si a lo mejor a mí me apasiona leer, tal vez mediante el diálogo con el cine pueda descubrir otro tipo de pasión además de leer y ver lo que se ha llevado desde el libro a la pantalla grande y viceversa. La idea es acercar a distintos públicos al cine alemán y mezclar todo con talentos y artistas mexicanos. Tenemos expertos críticos y críticas y expertos en la cinematografía que nos acompañarán en todos nuestros diálogos. La idea es conjuntar y generar diversidad en todas nuestras actividades.



Karime Rajme: Nos interesan mucho estos movimientos que se proponen llevar el cine hacia otros ámbitos y cruzar lo cinematográfico con otras disciplinas. También qué bien que nos compartas el concepto general de la Semana de Cine Alemán “identidades”, porque tiene todo que ver con la película inaugural Nosferatu. Es muy llamativo que una sola película de entrada ya contenga tanto y sea tan afín a la búsqueda de la Semana de Cine Alemán. La figura del vampiro ya hace alusión a la identidad entre literatura y cine, debido al paso de Bram Stoker a Murnau y muchxs más que han hecho del vampiro no sólo una figura, sino un ícono cultural. La famosa novela de Stoker se consolida en una representación y el vampiro es lo que es por cómo se mira, aunque realmente el vampiro no abraza ningún tipo de identidad. Me parece entonces muy bien logrado que no se tome el tema de identidades apuntando a un sólo lugar, porque vemos desde el género de terror que el vampiro es todas las identidades y es ninguna; puede ser mutable y eso tiene mucha potencia. Y además presenciar este proceso de cómo pasa una figura, un personaje de novela, a convertirse en pantalla en un ícono; en un monstruo ya encarnado.
Ana Zamboni: Además el mismo ícono del vampiro ha tenido muchas identidades. Lo han representado como un monstruo grotesco, también como una persona muy seductora o como un anciano. Es como dices, no maneja ni siquiera una identidad en sí misma.
Karime Rajme: Es muy pertinente llevarlo de una época a otra en sus diferentes identidades, tanto las viejas representaciones como las nuevas, porque dependiendo desde dónde se mira y cuáles son su cualidades (como su forma de atacar o de destruirse) es como se lee. El vampiro se lee de distintas maneras y nos va descubriendo nuevas aristas. Los íconos del terror como figuras culturales. Hay vampiros que no tienen una capacidad de amar, otros muy seductores, algunos ermitaños y otros fiesteros mezclándose con la sociedad. Hay de todo.
Ana Zamboni: Sí, es un tema muy interesante. Además, cómo teniendo tantas identidades no puede verse al espejo. ¡No tiene ninguna a su vez!
Karime Rajme: Es muy rico cómo la Semana de Cine Alemán ya abre de lleno con este cuestionamiento. Claro que puede ser una experiencia multisensorial con la música y la imagen, pero desde el inicio ya nos plantea la idea. Desde allí entonces invitar al público y decirles que se animen a explorar esta cinematografía, que si bien pareciera en un principio no tener resonancia con el presente, nos da todas estas pautas y todos estos códigos para pensarnos. Yo misma recuerdo que una maestra en secundaria nos puso el Nosferatu de Murnau y en un principio nos enseñó la portada y todas estábamos risueñas sabiendo que eso no nos iba a asustar y pensando que era un vejestorio, pero cuando la vi se convirtió en una de mis películas favoritas. Más allá de si me dio miedo o si la entendí cinematográficamente, porque tenía 12 años, recuerdo que las imágenes fueron muy impactantes y muy bellas. Es una película que captura. Va a ser muy interesante tener una experiencia completamente inmersiva con Julián Lede, e incluso para los que ya la vieron va a ser otra experiencia completamente nueva. Es diferente verla intervenida o acompañada por esta nueva música. En relación a ello, ¿cómo fue el acercamiento a la música de Julián Lede y el contacto para proponerlo como el músico que acompaña la inauguración?
Ana Zamboni: En realidad hicimos una búsqueda para ver quién podría acompañar esta presentación. El año pasado, por ejemplo, si fue más por una sugerencia del Centro de Cultura Alemana en Monterrey; ellos nos sugirieron que fuera Nortec. Este año la película ya estaba decidida desde antes por el festejo de los 100 años y entonces empezamos a cuestionarnos entre el equipo de programación cultural a quién podríamos invitar. Quisimos entonces también invitar a una figura sola, a un solista, como una especie de eco del vampiro. Queríamos hacer una mancuerna entre la figura solitaria de Nosferatu y una figura solitaria de músico. Vimos las propuestas y según lo que escuchamos que nos presentó Julián concretamos una plática; resulta ser que él también es fanático de la película y fanático del género. Él además ya ha hecho varias musicalizaciones de películas, sobre todo de soundtracks. Tenía la experiencia, era fanático del género y esto nos hizo pensar que era una muy buena idea invitarlo. Julián Lede tenía una conexión directa con el tema de la Semana de Cine Alemán, también porque es capaz de alternar sus identidades musicales. Hubo muchas coincidencias que nos hicieron pensar que era el músico correcto para acompañar el evento. Él está muy emocionado y creo que habrá muchos detalles sorpresivos que él agregó a la musicalización que van a hacer de la presentación una noche inolvidable.



Karime Rajme: Antes de terminar la charla, no sé si te gustaría compartirnos algún otro detalle que te haya parecido importante del proceso para llegar a la inauguración o que creas que valga la pena destacar. Creo que es importante como audiencia que también conozcamos las curiosidades y detalles que implican los festivales, las muestras, las semanas y los eventos en general. Nos puedes compartir anécdotas, aventuras, cualquier cosa dentro de la organización de esta Semana de Cine Alemán y sobre todo de lo que nos espera próximamente que es Nosferatu (1922).
Ana Zamboni: Estamos muy contentos de regresar al Teatro Esperanza Iris, para empezar. El año pasado tuvimos que cambiar de fechas porque estábamos en la cepa delta del covid que entró a México en junio. Por los casos que empezaron a subir tuvimos que posponer la Semana de Cine Alemán y la pasamos a noviembre y en noviembre como seguían los contagios hicimos la Semana en un espacio abierto. Lo hicimos en el Teatro Ángela Peralta, que nos fue también muy bien, pero este año estamos muy contentos de hacer en particular Nosferatu en el Esperanza Iris, porque tiene una atmósfera muy adecuada para la película. Cuando fuimos a hacer la primera junta de producción con la gente del teatro estuvimos platicando con ellos y nos contaban varias leyendas de que Esperanza Iris aparece en el teatro. Incluso nos enseñaron fotos y todo. Todo va muy bien con la película, aunque Esperanza Iris no es un vampiro, es un fantasma. En el foyer que tienen en el teatro hay un cuadro muy bello de Esperanza y ella con su vestido antiguo y la foto en blanco y negro, un poco percudida; todo esto crea un ambiente que se conjunta con nuestra función. De hecho nos dijeron que le lleváramos flores a Esperanza Iris para que todo salga muy bien. Es un detalle que nos llena de mucho gusto regresar al Teatro de la Ciudad Esperanza Iris con esta película.
Puedes adquirir tus boletos para la función inaugural de Nosferatu, una sinfonía del horror (1922) y conocer más detalles de la función aquí.